sábado, mayo 31, 2008

BROMAS APARTE: LA QUE SE AVECINA EN LOS DOMINIOS DEL LOBO.
El palurdo carpetovetónico lamelibranquio y liberal copero es el héroe radiofónico de doña Ambición Rubia, según confesó ayer sin dudarlo ni un instante, y tras ponerse el 10 a la espalda (ver imágenes en su página promocional Madrid.org), nuestra madonna-maradona de los disfraces, mientras soltaba un nuevo puyazo al corbejón de su querísimo hermano azul, el sorprendente niño decente pelotero del lenguado líder venido a menos, aupado ahora, sin menoscabo de doña Ambición (siempre presente también en la mente de "lengua fuera", el barba gris conservador y disponible "si ella quiere) a viceprohombre del "partido en varios cachos", donde unos niegan desde Europa y otros reniegan desde su pueblo o comunidad natal. Así la cosas, las trompetas del apocalipsis sueltan requiens por el barbado señor del traje azul (no seré yo quien defienda a "hilillos de plastilina", pero sus compañeros no tienen ya piedad del cadáver político andante). Ya nadie confía en él y, siendo como es su partido un campo de batalla permanente entre ambiciosos de los dominios del lobo, es difícil que pueda ya rehacerse a tiempo de recuperar la confianza de quienes tendrían que estarle apoyando en los momentos bajos. Como una jauría lobuna donde el "macho alfa" ha recibido heridas incurables, los "jóvenes beta" (machos y hembras) que esperaban su turno de líderes o lideresas se han lanzado a roerle las patas y, en cuanto hayan dirimido un candidato a sucederle, atacarán su cuello y su chepa definitivamente para dejarle sin respiración u obligarlo a huir al monte como solitario jubilado a la espera de morir de aburrimiento diciendo tontunas desde alguna fundación escatológica. Es la suerte del perdedor en un mundillo de fieras corrupias que no se respetan pero se temen y callan o adulan mientras su poder se limita a repartirse botines y prebendas cohechadas de amiguetes, pero que despiertan su codicia y ciegas ambiciones una vez que la veda de la sucesión por un jefe caído en desgracia desbarata el orden disciplinado y desboca el deseo de sangre en los dientes y poder en las pezuñas. Lo que anuncian siempre los pregoneros desde las ondas que ponen en sus labios los dueños de todo, del dinero y la moral dominante, y en los cuales la rubia Ambición de los mil disfraces ha puesto toda su confianza. Aún no hemos llegado al "todos contra todos" pero pronto se andará, si los clarines no aclaran el tema de la canción. Los mordiscos y gruñidos entre sí pasarán a ser lo cotidiano y las breves alianzas de los oportunistas formarán coaliciones increíbles antialguien que sólo un reparto de futuros cargos sellados con lazos de sangre mediante el infantil apretón de palmas rasguñadas conducirá provisionalmente a que un nuevo macho alfa (o hembra, tal vez, pero con carácter lobuno y tan fiero como si nada hubiera cambiado bastante para mantener el resto del sistema en su justo orden patriarcal) gobierne el sector social conservador, el de los ricos demagogos cuyo concepto de libertad es la de los Poderosos sin Fronteras ni límites para destruir el mundo por un plato de lentejas y cuyo concepto de democracia básico es "O yo, o el apocalipsis", votados como no por millones de moscas de esas que no se equivocan nunca.
¡Qué mas da en esos casos, pues, quién sea el auriga que tome las riendas de esa cuádriga desbocada de furiosos si su objetivo será el de siempre: mandar, arrasar lo inconquistable y quedarse con todo lo que puedan para sí y los socios y proclamarse defensores de los valores cristianos y vigías de Occidente frente a todo Mal menos el que ellos representan.! De momento, ella marca su territorio y orina en los márgenes como es costumbre predadora para que el capataz capitalino no se le suba a la chepa, por eso lo recorre sin parar a razón de 30 o 40 actos semanales (incluso las previsiones diarias se le quedan cortas a esa espídica mujer que a los 5 minutos de llegar a un sitio está pidiendo otro al cual acudir a saciar su sed de ubicuidad constante) poniéndose camisetas o chaquetas de lo que sea, besando y sonriendo, dejándose aclamar y soltando sus puyazos, pero sin dejar de proclamar con arrogancia y siempre que puede su vocación de presidenta en jefe y su fe en las virtudes de algo que llama "liberalismo" pero que no es sino codicia predatoria, lo mismo que en el 2004 la llevaba a defender la guerra y ahora a privatizar colegios y hospitales públicos. ¿Pasará de cuartos?.

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