jueves, mayo 01, 2008


García-Lorca castigado de cara a la pared. En plaza de Santa Ana, frente al teatro Español y en medio de unas casetas de feria, al pobre poeta le han emparedado con su palomita en las manos por ese ansia municipal de conceder plazas y jardines públicos para actividades comerciales. sacandose unas perrillas para pagar obras faraónicas. Pues vale...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pobre Lorca, poeta joven a quien los mismos que le hubieran repudiado en su época ahora le castigan a no ver. El tiempo hará justicia, sin duda. Ellos se irán y Lorca se quedará (en la plaza y en el alma de los humanos con sensibilidad)