La Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia va camino de llenar el cauce seco del Turia (ojo, porque cuando llueve mucho se inundan lo bajos, creo). De momento ya se puede ver casi terminado el puente de Calatrava y en obras el Ágora , que será una especie de centro de Congresos. Y con esa extraña majestuosidad de osamenta animal iluminada ahí están el Museo de Ciencias (me encanta ese péndulo de Foucault), el Oceanográfico (con sus belugas y los túneles bajo el agua), el Umbracle y el Palacio de las Artes, que parece un casco blanco de Dark Vader. Y algo más abajo, el circuito de carreras en el puerto. Una ciudad que se moderniza, porque los edificios junto al complejo de Calatrava no desmerecen arquitectónicamente aunque sean altos.