viernes, septiembre 28, 2007









Benjamín Menéndez está exponiendo ahora en el Centro Asturiano de Madrid, en San Bernardo esquina Santa Cruz de Marcenado. Tiene una enorme escultura en el paseo Marítimo de Avilés, de donde es original y otra en una ciudad francesa también industrial y con astilleros (Saint Nazare), así como en Portugal y otras ciudades españolas. Además es un pintor original y sensible que vivió en Essaouira (Marruecos) empapándose de luz solar y mar. Los cuadros que presenta, y uno de los cuales le hizo profeta en su tierra al serle otorgado un premio están hechos tras mucha experimentación con pigmentos cuyo color hace estallar molecularmente mezclándolos con alcohol y pegamentos que hacen salir unos tonos sublimes, para luego superponerlos y unirlos a panes de oro y plata que proporcionan esos colores púrpuras, turquesas, rojos y amarillos tan característicos y vibrantes en sus arruguitas, con metalizaciones que reverberan de enorme sensibilidad artística. Tampoco es malo el fotógrafo que expone allí junto a él, Cristobal Rovés, premio Cajastur, que interviene digitalmente en sus paisajes y playas casi vacías.

jueves, septiembre 27, 2007





La playa no está debajo de los adoquines, las nubes salen de las ventanas, sombras amenazantes, pantalla en blanco sucio y reflejos en una exposición (de Isabel Muñoz en la galería Blanca Berlín), son cosas que se ven por ahí si se tiene ojo para mirarlas.

miércoles, septiembre 26, 2007











Momentos estelares de la fotografía del Siglo XX es una exposición basada en el catálogo de fotógrafos de Koetzle -tan restringido como toda opinión personal sobre el arte por mucho conocimiento que se tenga sobre el tema en cuestión, es decir que faltan algunos muy importantes, como yo (es broma)- y que ha organizado el CBA con la Comunidad. La parte que yo he visto hoy es la del depósito del Canal Yii en Santa Engracia y que corresponde a los años 70 en adelante. allí la entrada es gratuita, no como en el Círculo que solo abre por las tardes y cobrando un euro. De momento he visto la primera (mas fotos en madridiario).

martes, septiembre 25, 2007

Músicos tradicionales japoneses

Árboles marcados en el Parque del Oeste

lunes, septiembre 24, 2007










Un puma durmiendo, un bisonte un poco cutroso, dos jirafas peleando a cornazos, la trompa prensil del elefante, nuestro amigo King Kong, un buitre encadenado, y los famosos lemures de Madagascar.



He encontrado una foto mural del Madrid de los 50 o 60s. en un centro de Vallecas. Y como es el Madrid de mi infancia lo he refotografiado para disfrutar de la vista de aquella ciudad tan distinta de ésta, en la que aún se pueden ver (ampliar haciendo clic en ella) las ruinas del viejo Cuartel de la Montaña (foto2) donde hoy está el Templo de Debod o la fábrica de jabones GAL (foto3), donde ahora hay una manzana llamada Galaxia, a la que yo me asomaba cada día al regresar a casa desde el Parque del Oeste (vivía en Fernández de los Ríos) para ver como las máquinas hacían pastillas de jabón y dejaban caer unas escamas que empaquetaban como detergente para lavadoras (aquellas de rodillo manual, no se si alguien se acuerda). Un lugar que me trae muchos recuerdos, como tantos otros de esa vista aérea de la ciudad casi provinciana a la que llegaban los inmigrantes castellanos, andaluces y extremeños en busca de trabajo, como ahora hacen los sudamericanos, esteeuropeos y africanos. Miren, miren... que no hace tanto tiempo.

viernes, septiembre 21, 2007





Un poquito más de glamour, que ya se acaba la pasarela Cibeles de este año. De todas formas, quizás recupere más fotos la semana que viene y añada algunas cositas.

Secuencia de la pérdida de zapato por una modelo en la Pasarela Cibeles y de como una profesional lo resuelve con garbo y elegancia.

jueves, septiembre 20, 2007








Mas Pasarela Cibeles con chicas armadas hasta los muslos. Hoy se llevaban mucho los peinados altos, como los de esas dos modelos que tras el desfile se puesieron a verse en la pantalla gigante del exterior para "verse feas y gordas"... ya se sabe que uno/a nunca se siente perfecto/a, aunque los demás envidiemos su palmito.