viernes, marzo 13, 2009



Las obras en Madrid siempre son tan chapuceras que no se respetan ni los árboles (cuyas raíces quedan al aire hasta que se secan o pudren y caen en Serrano o Recoletos) ni las aceras por las que tiene que andar la gente para que no les atropellen los vehículos o entrar en los comercios que en plena crisis se quedan sin acceso, ni se toma cuidado para que no peligre la vida de la gente como en esas fotos de niños pasando entre máquinas trabajando y escavando en Gravina sin limitar con cuidado la zona peatonal.

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