martes, noviembre 13, 2007





Una exposición sobre la Empresa Municipal de Transportes como la que han puesto en Colón merecía haber llevado un viejo tranvía, como el 477 que está en una estación de Metro de Pinar de Chamartín (foto de arriba) y no sólo ese bello autobús de dos pisos y otros en uso, o casi, y algunas piezas de museo como los billetes (los de la foto son de taco, cuando valían 3 pesetas y los asientos eran de madera, algunos reservados para "caballeros excombatientes mutilados", la multa por no pagar era de 5 pesetas, el cobrador iba atrás y el conductor daba vueltas a una manivela que a los niños nos parecía que servía para que anduviese el "tranca", los avisos decían "prohibido escupir en la pasarela" y los chavales se divertían montando en los topes). La publicidad de entonces era muy simple e ingenua. También existieron los trolebuses, que casi no aparecen ni en las fotos de la exposición y que eran un medio de transporte eléctrico limpio y que se paraba cuando se le caía el trole, no recuerdo porqué. Sería muy conveniente algún sistema de esos para, por ejemplo el eje madrileño que parte de Legazpi y llega, por Prado, Recoletos y Castellana hasta los nuevos barrios del Norte, con su propio carril, aunque parece que el alcalde no es partidario de las vías y los cables (podía entonces no llenar todo de ellos para colgar las dichosas lucecitas navideñas) pero sería un medio ecológico al que no tendrían más remedio que respetar los vehículos privados. Bueno, nostalgias aparte, ¡viva el transporte público!.

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