"No son los nuevos trenes, no son las nuevas estaciones ...es cómo te hace sentir" -dice el absurdo anuncio del Metro de Madrid. Pues cabreado a tope. Sinceramente. Todos los días hay averías en varias líneas. Ayer y hoy me han hecho bajar del tren en Acacias, diciendo que había un problema en el suministro eléctrico, aunque el convoy que nos traía en ambos casos ha seguido circulando aunque fuese hacia atrás. Así que nos hace sentir de mala leche cuando nos toman por tontos a los usuarios del servicio. Y digo yo... ¿para qué hace falta gastarse un millón de euros en una campaña publicitaria de promoción de un transporte público que de todas formas tenemos que tomar los de siempre; es decir, quienes preferimos sufrir ahí dentro que usar coche?. No será que lo que pretenden publicitar es, como siempre, a sí mismos. Y me refiero, claro está, a sus políticos promotores y las empresas amigas que se enriquecen a costa de tanta obra que no nos sirve para ganar tiempo. ¿Por qué no se gastan el dinero de la autopropaganda en cambiar los trenes viejos, los tendidos y subcentrales que se caen y todo lo demás. Los madrileños estamos, en general, orgullosos del Metro que tenemos siempre que funcione como es debido y cuando salgas o entres no te encuentres con cartelones y anuncios que parecen burlarse de uno. Como aquella campaña anterior de "Metro de Madrid vuela" que tanta risa producía cada vez que te tenían 20 minutos esperando en un andén o se iba parando en los túneles. Y eso sin hablar de las averías de verdad, claro... porque entonces se echan balones fuera: "Por causas ajenas a Metro... mas de una hora" que luego siempre se alarga a dos, tres, etc. Además la mayoría de los ascensores inaugurados (como ese mismo de Atocha que se ve en la foto) no funcionan casi nunca o nunca, las escaleras mecánicas se paran cada dos por tres y los cubos en las estaciones para recoger agua son ridículos, pero es que en cuanto caen cuatro gotas todas las estaciones que van profundas se inundan y el servicio queda interrumpido durante horas.
Por favor, menos cuentos de colorines y más eficacia.