martes, enero 29, 2008





¿Qué es lo que no puede faltar nunca en una obra?. Por supuesto, un botijo, ese maravillosos artefacto ibérico para refrescar el agua. Tampoco existe ninguna obra en este país sin mirones jubilados que "corrijan" a los currantes en todo aquello que según su "experimentado parecer" estén haciendo mal. Y las Meninas de La Fortuna (en la rotonda de acceso) también tienen forma botijera ¿no?. Aunque con sexo, como se puede ver en la segunda perfectamente; una colita y otra los atributos femeninos, a qué nombrarlos... que luego me llaman cosas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

He visto todo tu blog en poco tiempo y me parece magnífico!! grandes fotos (fotazas)... Ahora a ver cuando saco tiempo y me puedo ir mirando tu otro blog y leerlo detenidamente.


Un saludo