miércoles, enero 31, 2007

La chica de rojo no va a entrar en el cine Luna porque lleva cerrado algún tiempo como casi todos los del centro. Yo diría que casi todos los de Madrid. No quedan ya cines de barrio (por ejemplo, en Carabanchel cuando yo era joven había unos quince o veinte y ahora, ni uno), salvo en algún centro comercial donde nos venden, además de las palomitas, todo lo que haya en las tiendas de moda, electrodomésticos y supermercado para que, mientras esperamos, no dejemos de gastar y consumir cualquier basura. Además, la chica de rojo seguramente se busca la vida en la calle, porque el centro de Madrid está lleno de jóvenes inmigrantes que ejercen un oficio denigrante que no es, como aseguran en el famoso eufemismo, "el más antiguo del mundo", ya que el de explotador y asesino son mucho más antiguos y tradicionalmente masculinos.

No hay comentarios: