Hoy me ha tocado ir a ver y fotografiar una de las exposiciones que van a ser la sensación de este invierno (al menos a nivel de público en general dado el interés que despiertan siempre esos chicos del XIX que pintaban de ese modo tan "impresionista"). Está ubicada en dos museos: el Thyssen, con una Tita de cara plastificada incluida en a presentación de hoy, y la Sala de Alhajas del Monte de Piedad de Caja Madrid en la plaza de San Martín. Para mi la sorpresa ha sido encontrarme que estaba haciendo fotos sin darme cuenta de quien era a una persona a quien admiro por muchos motivos profesionales y aprecio por su manera tan particular de ser y decir lo que piensa: Maruja Torres, a quien he fotografiado junto a un Van Gogh. Lo curioso es que iba como una turista en el autobús que nos trasladaba de una sala a otra haciendo fotos por las ventanillas a las plazas y los parques de Madrid, habiendo como ha vivido aquí tantos años, ahora que lo hace en Barcelona y viaja frecuentemente a Beirut y El Cairo parece ser que sentirse viajera le sigue entusiasmando. Tiene un blog en su web donde cuenta sus cosas. Un beso, Maruja, por ser así como eres, con mala leche con quien hay que tenerla y tolerante con todo lo demás.