viernes, enero 28, 2011


Cuando llega el final de las rebajas los maniquíes se quedan solos y deshechos, arriconados en los escaparates vacíos, esperando un mejor momento para salir del paro ellos también. Encima de quedarse sin trabajo los han dejado hechos trizas.

1 comentario:

susana dijo...

Como instrumentos del marketing, descuartizados, inertes, solitarios...que buenas fotografías!! me gustó lo que dice tu perfil, coincido, me gusta decir buen dia al subir por las mañanas al colectivo, dar las gracias, sonreir mucho, particularmente a los niños, tengo debilidad por la fotografía, algo pendiente en mi vida. Por eso admiro a quien se dedica a plasmar en imágenes la vida, su sentir, la empatía cotidiana...muy buen blog!! un abrazo.