Esas casualidades de la vida: va uno por la calle y se encuentra en una zanja que están cavando en el barrio de las Letras (¡) la imagen de Sánchez-Dragó al fondo. Se trata de panfletos de un viaje que iba a organizar la agencia Barceló al módico precio de 5.000 euros con el ilustrado escritor recien vilipendiado (con razón) precisamente por sus aventuras en Japón con menores de edad (lo que Esperanza Aguirre llamó "literatura" y todos los demás, excepto su compinche de conversación publicada Boadella y cuatro "justificadores de todo lo que pague la derecha" mas, una tropelía de sexo con "zorritas" o "niñas putas" -Dragó dixit. Pues bien, en una especie de tumba urbana del barrio de las Letras han acabado su rostro publicitado en el prrograma y las intenciones de volver al Japón a tener "una de las experiencias viajeras más apasionantes de su vida" (según folleto).