domingo, febrero 03, 2008



Estas fotos son del desfile de Carnaval en Vallecas. Me las ha mandado mi hermano Nacho, que vive allí. Como puede apreciarse, muchas de las comparsas que salen a desfilar lo hacen de forma reivindicativa, como corresponde a un distrito obrero y luchador de siempre. Unos le piden a la presidenta de la Comunidad madrileña que les termine de poner de una vez gimnasios y sitios para el deporte si no quiere que lo vayan a tener que ir a hacer en su casa, otros exigen los hospitales prometidos que sólo son fachada desde que los inauguró allá por la campaña electoral anterior pero no están en servicio a pesar de que se los estamos pagando a los franquiciados por la privatización de la sanidad pública tan alegre para esos políticos de derechas que no sólo se gastan el dinero público sino que además se dedican a perseguir a los médicos que no están por someterse a sus políticas integristas como ha sido el caso del de Leganés, donde, a pesar de haber perdido el juicio por sus medidas brutales contra los de urgencias que hacían cuidados paliativos a los enfermos terminales para evitar su innecesario sufrimiento, no sólo no piden disculpas y restituyen a los represaliados sino que se empeñan en mantener su borrachera de poder discrecional burlándose de las leyes y los ciudadanos. En la tercera foto, unos espectrales "sin papeles" sobre zancos, tal vez para escapar de la maldita realidad.
Quiero aprovechar ya que he tocado el tema para exigir desde aquí, como hacen desde tantos otros sitios las personas conscientes de lo que es ver sufrir a los enfermos terminales y que ahora han visto que la justicia les apoya frente a las fundamentalistas medidas de los del PP y sus socios de la Cope con acusaciones hacia los médicos como que eran unos "terminator", "una banda de asesinos de extrema izquierda", "diosecillos nazis que aplicaban la solución final" y otras lindezas con las que gente de la catadura de los tertulianos de Losantos se dedicaron a insultar y denigrar a los profesionales para dar la coartada de limpieza laboral que quería hacer el entonces consejero de Sanidad Lamela seguramente a instancias de su jefa Aguirre. Es tan vergonzoso el tinglado que montaron y que ahora se niegan a dar marcha atrás a pesar de la justicia, con argumentos como que "aunque no se haya demostrado pueden ser culpables" y que no se arrepienten de lo que hicieron y no dimitirán ni corregirán nada, que sólo queda pedir que sean ellos quienes vayan a los tribunales o, cuanto menos, que las urnas los castiguen por mentirosos, manipuladores, difamadores y sinvergüenzas ya que no les queda ni pizca de esta pero siguen ahí, inaugurando hospitales para salir en las fotos pero entregándolos a empresas privadas y reduciendo la sanidad pública al mínimo.

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