¿Tú también Llamazares? me pregunté ayer en soliloquio cuando leí que había apoyado a la ex-sindicalista de CC.OO. Maria Jesús Paredes, la cual ha aumentado su patrimonio en dos millones de euros en los últimos años mientras negociaba convenios sindicales y ponía negocios cuya ubicación y mayores clientes eran las propias CC.OO. ¿Quién os ha visto y quién os ve ahora?. Y lo digo con conocimiento de causa: la primera CCOO de Banca en madrid se fundó en mi casa y a ella asistieron sindicalistas clandestinos del Popular y Central, entre los que estaba la propia Paredes si no recuerdo mal (18 de julio del 73, entrando con cuidadito en pequeños grupos para discutir la fundación de un organismo que acabaría convirtiéndose en Sindicato. Por ser disidente de los del PCE me expulsaron un par de veces (pero tengo el carné aquel de la araña roja con número pero sin nombre y salí a la luz en el 75 en asambleas de trabajadores con el riesgo lógico en una dictadura) y al llegar la legalidad organicé la sección sindical de UGT, lo que me valió ser tildado de "traidor a la clase obrera" por los peceros. Salí de los sindicatos cuando ya en los ochenta empecé a ver la corrupción flagrante que llevaba a los dirigentes a aceptar cualquier cosa para su sindicato o para ellos en negociación secreta con los banqueros (en el Santander hubo dos o tres líderes consecutivos que se iban tras las elecciones sindicales con un puñado de millones de pesetas por dimitir y marcharse) y en la del Popular, que conocía bien, había tantos "liberados" que no aparecían nunca por el puesto de trabajo que resultaba escandaloso. Pero, eran otros tiempos y otros negocios. ahora, Fidalgo y Llamazares en lugar de exigir una investigación a fondo del asunto han pasado a apoyar a los dirigentes enriquecidos durante su mandato sindical. Así que ya no se puede confiar en nadie. No sé si en las próximas elecciones iré a votar o lo haré en blanco. Y esa bola roja se unirá a las azules y amarillas para hacer un buen bollo, porque yo ya no tengo ni capacidad de decepción con la gente que queda en la política.