jueves, mayo 17, 2007


Ayer noche en un debate en TVE, el aún alcalde Ruíz-Gallardón se puso muy nervioso por una pregunta que el candidato Sebastian le hizo acerca de su relación con alguien de la Operación Malaya, esa de los especuladores del ladrillo en Marbella que ha llevado al más de cien personas al talego. Se lo tomó como algo personal, por lo visto a ver la foto de una chica, testaferro del principal implicado Roca y a la cual el juez ha impuesto una fianza de 50 millones, respondiendo que no quería hablar de cuestiones personales; mientras, el otro le pedía que explicase solo los aspectos relacionados con inversiones en Madrid. Por lo visto, el que se puso hecho una furia fue su segundo, Cobo, que insultó en los pasillos de TVE a Sebastian por haber tocado un tema tan espinoso. A los madrileños no nos importan las relaciones personales de un alcalde o su entorno, desde luego, pero yo creo que el Sr Ruíz Gallardón nos debe una explicación por la parte del ladrillo. Hoy, al pasar en un autobús descubierto por Recoletos, nos hemos cruzado con un bus electoral del PSOE y, como se ve en mi foto, el alcalde ha apartado inmediatamente la vista y "se ha hecho el loco". Y sé que lo ha visto porque su compañero de asiento Villanueva ha advertido el cruce y ambos han girado el rostro como "quien no quiere la cosa". Razones para atragantarse no deben faltar cuando un asunto tan serio como la Operación Malaya irrumpe de pronto en la campaña electoral de Madrid y en público. (en ociocrítico Carmen Sánchez Carazo ha sacado un par de documentos del boletín del Ayuntamiento sobre la declaración de "utilidad municipal" de las obras del palacio deVillagonzalo y sobre el Frontón Beti-Jai que Corulla pretendía convertir en hoteles). No obstante, si no se pueden hacer mas que conjeturas, resulta peligroso jugar con fuego y mezclar en TVE un asunto profesional con lo que no parece serlo.
Habría que recordar ahora también que la explotación de la plaza de toros de las Ventas le fue adjudicada por Esperanza Aguirre a otro de los implicados en la susodicha Operación Malaya (SanRomán) que no pudo concursar al final.
En la otra foto, le regala un nardo a Marisa, su mano derecha como sabemos todos y suele decir él, para felicitarla por su cumpleaños.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Sebastián debió pensar "difama que algo queda". Fue algo sucio, rastrero, e indigno de un político que aspira a la alcaldía de Madrid.

Gallardón sí le contestó: "No insista por ese camino. No voy a entrar de ninguna de las maneras. Relación profesional, ninguna. No voy a entrar en temas personales, pero se ha definido usted esta noche"

Un saludo.

EL METRONAUTA dijo...

Es cierto que contestó, que no le iba a contestar. Pero, como decía Pepe Isbert en "Bienvenido Mr.Marshall": "como alcalde vuestro que soy os debo una explicación..." y eso es lo que se espera de él. ¿Porqué si no se ha empeñado en preguntarle al otro por su vida laboral en el BBVA o su pago de impuestos? que son, desde el punto de vista de un ciudadano cualquiera, temas personales, pero a los que hay que dar respuesta si eres además un candidato a alcalde.
Lo malo del "caso malaya" son ahora las ramificaciones por las que Roca buscaba, diciendo lo bien que se llevaba con todos, influencias para especular en Madrid. Que lo aclaren y punto, si debe ser muy fácil. El alcalde es un caballero y yo estoy seguro que no tiene nada que ver con asuntos de ese tipo ni de otro.