Que lleva a esta absurda, casi ridícula situación en que una presidenta de Comunidad y futura candidata a serlo del estado, se ponga un chandal, una camiseta o una chaqueta de lo que sea (bombero, ciclista, sanitario, futbolista, policía, ... e incluso a veces de político que firma camisetas a sus admiradores como una estrella de rock, baila y hace que corre, o lo que sea, como señalarse su nombre a la espalda al calzarse una prenda deportiva a imitación de Raúl, por ejemplo como hizo con unas chicas de voleybol, etc) si no es alguna clase de demagogia populista galopante, ligada a un clientelismo oportunista (al día siguiente de ese tan cotidiano acto pseudodeportivo junto al templo de Debod, una de las asistentes manifestaba en la radio su contento porque les habían regalado el chandal, traído en autobús desde sus barrios y pueblos y habían tenido la oportunidad de besar a la política y contarle sus cosas (¡) y comer gratis (el año pasado fue fantástico, añadía, en ese sitio que antes había celdas para los detenidos (en Sol, le recordaba la periodista) que nos dieron unos canapés de lujo).
Un marujeo encantador si no fuera por que se hace en plena campaña electoral (como inaugurar hospitales que están a medias de hacer) de su partido y con fondos públicos. A alguien debería darle vergüenza...