En Cuenca.













He estado unos días de permiso laboral por los excesos de la reciente campaña electoral. Me he dedicado a salir de Madrid en tren por la mañana para volver por la tarde, en unos casos en el AVE (a Toledo y Córdoba) y en otros trenes más lentos pero con tranquilidad para hacer las fotitos que me gustan y dejarme de "personajes políticos" que no dejan de ser un rollo, aunque necesario por supuesto. Así que en los próximos días y si no me salen temas interesantes iré colocando algunas en esta blog. Primero salí a Cuenca con los del PhotoEspaña para ver unas cuantas exposiciones que han llevado allí este año, y que sacaré uno de estos días en las galerías del Multimedia de madridiario.es. Por ahora, empiezo por las bonitas casas castellanas. cuando estábamos en la plaza de la catedral llegó una boda con sus vestidos de colores y la parafernalia de cintas y confetis. Lo que me sorprendió cuando me metí en medio a hacer fotos por mi cuenta fue que oí bromear al novio con los amigos "ahora ya puedo pegarla...", que es la típica barbaridad machista que ya a casi nadie sienta bien. como prueba una de las invitadas salía del grupo diciendo "¡qué animal..." y yo estoy de acuerdo. Tal y como está el asunto de la violencia de género (eufemismo que se traduce como machista) no se deben hacer bromitas de ese tipo. Que luego pasa lo que pasa... y es que los vecinos y familiares comentan "pues era un tío muy normal..." Por lo demás ir a Cuenca, como a las otras ciudades castellanas para hacer fotos es una delicia.