viernes, mayo 14, 2010






Qué bonito podría ser todo ese espectáculo si no fuera por la crueldad intolerable con los animales que conlleva y por la que protestan en silencio unos cuantos valientes ante los toriles con riesgo de ser agredidos por fanáticos taurinos que los insultan y deben ser obligados por la policía a retirarse dada su violenta actitud. Y mientras, la ínclita Aguirre presumiendo de españolismo declara la masacre como de "interés cultural". Recuerda a sus parientes aristócratas británicos defendiendo la caza del zorro, por fin abolida, y otras brutales costumbres de las que no se puede salir diciendo "a quien no le guste que no vaya" porque a los toros no les preguntan si quieren ir y por muy bello que sea un espectáculo, si está basado en el dolor, la tortura y la muerte de seres vivos no es de recibo defenderlo. A los esclavos, con los que se enriquecieron los europeos y viejos norteamericanos traficando, tampoco les preguntaban si querían trabajar en otro sitio y, salvando las diferencias entre humanos y otros animales, esos intelectuales tan esteticistas que pasan de su propia inteligencia sensible por puro esnobismo tradicionalista (muchos ni siquiera han ido a una corrida a ver sufrir al morlaco), no todo en el arte es estética y hay que ser consecuente como ser humano tanto del ambiente y la naturaleza como de aquello que por puro divertimento puede producir sufrimiento. A mi su conciencia me importa un carajo pero socialmente son tan irresponsables como los políticos oportunistas y demagogos de turno. Por cierto, las fotos de la plaza las he hecho por casualidad, al ir a una exposición picassiana a la que asistía Aguirre y colándome al borde del ruedo donde una tele italiana rodaba. Y no es que si mi trabajo me obligara a ir a las corridas no fuera a hacerlo, ya me he tenido que tragar con pesar muchas en el pasado, pues tampoco me agrada fotografiar fachas, capullos maleducados y brutos, obispos y otros fanáticos, políticos populistas ni militares, pero es la naturaleza de mi trabajo dar fe de lo que hay y lo hago lo mejor que puedo, como ayer con los del Atleti y sus seguidores y tantas otras.

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