lunes, abril 20, 2009




Las fotos son del famoso cielo de Madrid y de su no menos famosa agua (el río, que parece Tinto, no es sino el pobre aprendiz, como lo llamó Quevedo, bajo el Puente de Toledo). Y de su lamentable estado hay que responsabilizar al alcalde y su ayuntamiento que prometió unos paseos maravillosos en la campaña electoral y, tras ella parece que se le acabó el dinero o las ganas de terminar las obras, y nos ha dejado la zona en barbecho durante años, hasta que se aproximen otras y pueda hacer demagogia de la belleza posible con infografías trucadas de playas y patos para que "los tontos del culo" le vuelvan a votar a la espera de olimpiadas que nos pongan de nuevo todo Madrid patas-arriba. Por favor, que algunos quisiéramos pasear por un Madrid sin obras al menos con nuestros nietos, ya que ha sido impòsible hacerlo con los hijos. Termine de una vez lo que empieza o déjelo estar, hombre...

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