viernes, junio 13, 2014






Trabajo en la Gran Vía madrileña. Allí veo la lluvia y el sol y de vez en cuando hago fotos al pasar. Hace un par de días caía tanto agua que había personas como esa chica del vestido rojo que prefería sentir el agua que correr al ser inútil. Ayer el sol de la tarde alargaba las sombras y brillaba en un penacho fucsia.

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