Empezó PhotoEspaña09. Y no me entusiasma mucho, la verdad. Las primeras dos exposiciones oficiales, Ugo Mulas en BBVA y Dorothea Lange en ICO no son malas, pero son más de lo mismo de siempre, con muchas copias pequeñas de esas que llaman "vintage" y que a los coleccionistas les encantan pero apenas se pueden apreciar en unas paredes iluminadas con luz muy baja y amarillenta imprescindible para no dañar las fotos. Y, encima, ni siquiera dan los catálogos a la prensa para poder trabajar en redacción, cuando la visita por muy "explicada" que vaya por sus comisarios no sirve al profesional, más bien a los periodistas visitantes que no conocen al fotógrafo de antes. Se ve que están "en crisis" los bancos que las patrocinan (mañana toca una del Santander, entre otras) o bien que la empresa PhotoEspaña, que empezó para ilusión de los aficionados como un festival se ha convertido en máquina de hacer pasta y monopoliza la distribución de catálogos dándolselos a quienes les interesan (es decir, a los invitados a las inauguraciones, que los pondrán en un bonito anaquel de su librería o las medios grandes que los reciben incluso antes de las presentacines). Me parece que este año no voy a seguir con la asiduidad de otros (desde el primero en 1.998)este tinglado que ahora se ha llevado algunas de las mejores exposiciones a Portugal o a Cuenca. Ellos sabrán, pero los "de a pie" y de pequeños medios no nos sentimos nada bien con tales racaneos.Y ese "internacionalismo" puede ser muy comercial pero poco práctico para los que asistimos en Madrid a algo que llegamos a creer nuestro y otros han copiado. Al menos, creo que no iré en su comitiva.