Perro-ventana. En un patio de Lavapies un nervioso perrito negro se asomaba cada vez que oía a los extraños hablando con sus amos.
Extraña familia por Lavapies.

En mi continua búsqueda de "obras de arte" espontáneas por la ciudad de Madrid, hoy he hallado estas dos: el vertido de una sustancia negra en un parque (tras San Francisco el Grande) semeja un Pollock, un Motherwell o algo así y ese amontonamiento de baldosas quebradas por acción de las obras de Recoletos una escultura de Richard Serra. ¿O no?



Ayer hubo una "manifestación-romería-oloquesea" de estos hinduístas cantando su famoso "Hare Khrisna, hare Rama, hare hare..." en Callao-Preciados. Como son muy exóticos la gente se arremolinaba y los acompañaba con palmas en medio de esa alegría que manifiestan a través de los cánticos y bailes religiosos. Hace unos días tuve una bronca con unas evangelistas en un vagón del Metro porque también se pusieron a cantar himnos religiosos y repartir panfletos en medio del trayecto sin respetar que en un lugar público no hay que meter la dichosa religión, la que sea, que me da igual. Creen tener derecho, lo mismo que los católicos-papistas con sus procesiones y misas-mitines en Colón, cuando lo que hacen invadiendo con sus fanaticas prácticas clericales es recortar los derechos de los que no estamos abducidos por esa religión (la que sea) o incluso los que lo están por otra y ven con desagrado ese abuso que suponen sus pretensiones doctrinales, adornadas con fiesta y color o con sadomasoquistas esculturas y cánticos de sufrimiento en el caso de los cristianos, cuando al final lo que buscan es Poder, dinero y sexo y muy pocos son capaces de reflexionar acerca de la comedura de tarro y la empanada mental que tienen que tener para tragarse todas esas estupideces sólo porque creen que las dijo su dios (o sus dioses, en el caso de los politeístas hindúes) al pie de la letra, negando la evolución de la vida en este planeta y la lógica matemática de los astros en el Universo. Con su pan se lo coman... pero que nos dejen en paz cuando vamos por la calle o en un transporte público.
El conocidísimo "caballo" de la Universidad Complutense, junto a Medicina, Odontología y Farmacia, está lleno de pintadas ridículas de imbéciles graciosillos con sus nombres. ¿Es que ni los universitarios son capaces de respetar la propiedad pública y no ensuciar con sus mierdas mentales a esprai una escultura emblemática como esa?. Por favor... emborráchense o hagan con su cuerpo las tonterías que quieran pero respeten lo de todos.
La sombra imposible de un ser minúsculo pintado en una pared de la galería Moriarty.
Esta fachada de ventanas hexagonales está cerca de la redacción y siempre que paso pienso en hacerle una foto con buena luz. Pues ya esta...
Hay quien se pone negro trabajando y quien se pone blanco, como ese hombre al que he sorprendido en una ventana por la que salía una nube de polvo.

Cuando veo estas chapas o tablones llenos de manchas, brillos y números por la calle siempre recuerdo a Tapies. ¿Por qué será? ¿No será que el va dejando por ahí abandonados al caos de las obras sus lienzos para que se hagan solos?
Intento de suicidio (o asesinato) de una muñeca en el Metro. La gracia de la noticia es que la prensa española tiene la tradición (absurda desde mi punto de vista) de no dar noticias de suicidios porque dicen que de hacerlo otros podrían querer emularlo (¡).
Un cercanías pasando por la nueva estación de Sol que nos han enseñado hoy a la prensa (podeis ver galeria en madridiario).





Otras dos exposiciones del PhotoEspaña Off (en galerías privadas) son estas tan similares que están ambas en la calle Barquillo (galerías de Juan de Aizpuru y de Oliva Arauna, respectivamente): Dos fotógrafos proletarios del retrato, es decir de los que se ganaban la vida no en plan artístico sino haciendo fotos a los vecinos de sus pueblos respectivos. Uno, Virxilio Vieitez en Galicia: "Sueños por encargo", bodas, comuniones y bautizos, entierros (todos alrededor del muerto), carnets y familias con algunas de sus pobres pertenencias, fue reconocido por el mismo Cartier Bresson como gran retratista y se le han dedicado ya muchas exposiciones. El otro, Malick Sidibé con su "Bamako Style", retrata a los modernos jóvenes malineses, a las familias con niños, así como las noches de fiesta en Bamako, todo lo que Këita, otro grande de la fotografía africana llevaba al estudio, éste lo hacía también a veces en las calles pero siempre buscando sacar "guapos" a sus retratados: con posturas, cigarrillos y objetos, como una moto o unos floreros, y casi siempre sonriendo. No es el estilo rompedor y vanguardista ni mucho menos de otros fotógrafos, pero es que la fotografía permite casi todo y los artistas lo pueden ser de distintas maneras. En esa zona de Madrid hay muchas más galerías que iré sacando pronto y que representan otras vías.