Detrás de la Junta de Retiro, en los antiguos cuarteles de Maestranza de Daoiz y Velarde y en una placita delante del polideportivo de triste recuerdo en estas fechas (aquel 11M estuve allí, vi morir gente y siempre que paso el recuerdo es muy doloroso), hay una fuente musical que funciona al ritmo de la música clásica (hoy eran las estaciones de Vivaldi, no sé si en otras ocasiones cambia), pero que además tiene unos botones en el suelo que varían la emisión de los chorros de agua como hace esa niña saltando. Es delicioso sentarse un rato en días soleados a escuchar y ver ese pequeño espectáculo gratuito.