jueves, marzo 23, 2006

Somos jardineros del Tiempo.
Cultivamos nuestra pequeña parcela llamada vida,
entrelazándola con otras,
abriendo caminos que comunican
o poniendo vallas que impidan el paso.
Nos miramos en las nubes y los charcos
y creemos saberlo todo.
Es mas,
creemos haber recibido instrucciones precisas
sobre el cuidado de la tierra
y el mapa de los ríos.
Después de eso nos hacemos poetas
y pensamos que ya somos dioses
porque podemos crear.
Pero lo increado nos viene grande.
así que nos inventamos un padre
tan enorme y estúpido
que nos haga herederos
de la destrucción del lenguaje.
Y en su nombre
nos dedicamos a matarnos unos a otros.
Pequeños ratones recorriendo laberintos
creen tener el control de su destino.
Pero el destino es Azar,
ese loco que cambia las puertas de la percepción
y emplea lógicas de koan
y trampas de impredecibilidad
en los túneles cuánticos de la memoria.
Hamsters pedaleando escaleras cónicas
llamadas dios que no llevan a ninguna parte.
La gracia del mundo está en no comprenderlo.
La de la vida en no hacerse ilusiones.
la del amor en perderse sin rumbo
y no comerciar con sentimientos.
La del destino en no existir necesariamente
y tener que ser trenzado con los hilos de la casualidad
la intuición y el esfuerzo por ser uno
sin separar la pasión de la razón.
* * *
Una vez vi a un Dios.
No se si era el dios máximo
porque no me lo quiso revelar.
Sólo me dijo:
"Trabaja, negro, trabaja"
Y yo pregunte: "¿por qué, para qué?"
"¿crees que debo darte explicaciones a ti,
miserable carne?
Cumple mi mandamiento
y yo seré benigno al juzgarte."
Yo dije: "¿quién te crees que eres tú, creador del dolor,
para juzgarme o decirme qué debo hacer?"
"Obedece", respondió lleno de rabia,
y yo me sentí feliz de haber descubierto
una pasión humana en un imbécil máximo.
"¿Te llamas Jesús, Yahve, Alá, o eres de la caterva politeísta
de los hindúes o los romanos?"
"MI NOMBRE es oscuro, secreto,
imposible de pronunciar en tu lenguaje biológico.
SOY el que Soy, pero puedes llamarme Padre".
¿qué ridícula presencia
Que arrogancia la de ese tipo SER-NO SER,
que se presenta para pedirme que lo adore
envuelto en perfumada prosodia sin contenido metafísico!
Pero le respondí con miedo (uno nunca sabe el poder que
puede tener un loco que inventa un mundo y lo deja ir
tal como va el nuestro) y no con respeto,
cayendo en hinojos:
"!¿qué debo hacer, padre,
ya que no encuentro acomodo en el Mundo?"
Qué risa le entró después de su patética bromita.
NO he oído jamás un bramido estentóreo mayor
que aquella burla soberbia de mi intelecto por entender la Vida.

Todo se me reveló al instante.
La luz llegó. Y se fué.
Rápida, como predijo Einstein,
como si no hubiese existido nunca
y la pregunta no tuviera respuesta.
Pero me dejó un puñado de dados
que arrojo en la mesa cada día
como si tal fuera un destino.
Mis resultados no ordenan el caos
Lo había escuchado en mi sueño.
El que soy, no soy.
Soy el que no soy.
No soy quien tu te imaginas.
No estoy en parte alguna ni en el todo.

Quien dió comienzo al Tiempo
y plantó una semilla de energía
en el útero del Caos no sabe
que en la última hoja de la última rama
del frondoso árbol del conocimiento
tiene a una hormiga interrogándose por el sentido del viento.
¿qué infelices los que adoran la luz
sin pensar en la ecuación que la resuelve,
sólo porque brilla y calienta su sangre assina.
¡Conócete a tí mismo!
fué el kwat del koan que resolvió la paradoja irresoluble.
Mírate dentro, en el espejo, donde las cosas se distancian
de la verdad para hacerse reales.
Piénsate y respira hondo
porque ESO es todo lo que tienes.
Y me dejó llorando
entre la sangre y el fuego
que sus fieles se empeñaban en extender
como brutales mandatos por la Tierra.
Y entonces, comprendí.
Y no volví a rezar, ni supliqué, ni adoré más.
Desde entonces soy libre
para seguir el camino marcado por los hombres
sin tratar de cambiarlo con voluntad divina.

Miro atrás
y, puesto que estoy aquí, anduve.
Prisa no tengo
las calles siguen
mi destino, no.

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